Volar como Supermán en la cabina, sentarse o caminar por el techo, flotar en grupo frente a las cámaras o formar un anillo humano y moverse en círculo… las posibilidades son infinitas y dependen únicamente de su imaginación. Durante el vuelo se reproduce también la gravedad de Marte y de la Luna: antes de que el primer hombre pise el planeta Marte, podrá conocer el efecto de desplazarse sobre su superficie; y al igual que los astronautas que pisaron la Luna, disfrutará la sensación de saltar sobre la Luna exactamente como si estuviese allí.
Al regresar de un vuelo, con frecuencia los pasajeros no encuentran palabras para explicar lo que acaban de vivir. La emoción es grande y persiste. El recuerdo de la ingravidez se les queda grabado para siempre, y a menudo lo describen como uno de los momentos más destacados de su vida.
Cientos de fotos y varios vídeos permitirán a los pasajeros volver a revivir cuando quieran la experiencia de su vuelo. No obstante, son muchos los que reviven su experiencia espontáneamente en su memoria de forma cotidiana: los astronautas de un día se convierten en astronautas para siempre.